Si te encuentras con un exceso de melón que no vas a consumir en cinco o siete días, la solución óptima es congelarlo. Comience quitando la cáscara, cortando el melón en trozos y colocándolos en una sola capa sobre una bandeja para hornear para congelar hasta que esté sólido. Una vez congeladas, transfiera las piezas a un recipiente hermético o a una bolsa para congelador con cierre, donde podrán almacenarse hasta por seis meses.
Cuando se descongela, la textura de la pulpa será más suave en comparación con la del melón fresco, lo que lo hace menos adecuado para comer tal cual. Sin embargo, la sandía congelada demuestra ser un excelente ingrediente para crear helados, batidos, paletas heladas y bebidas refrescantes.
If you find yourself with an excess of melon that won't be consumed within five to seven days, the optimal solution is freezing it. Begin by removing the rind, slicing the melon into pieces, and placing them in a single layer on a baking sheet to freeze until solid. Once frozen, transfer the pieces into an airtight container or a zip-top freezer bag, where they can be stored for up to six months.
When thawed, the texture of the flesh will be softer compared to fresh melon, making it less suitable for eating as is. However, frozen watermelon proves to be an excellent ingredient for creating ice cream, smoothies, Popsicles, and refreshing beverages.